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PAISAJE URBANO

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Buscando recuperar las condiciones excepcionales del paisaje que existía con una mayor presencia de áreas naturales, el Colegio Villas del Progreso funciona como un detonante de paisaje urbano, que aprovecha al máximo el lote en el que se emplaza por medio de la compactación de la pieza, generando la mayor permeabilidad de suelo posible, permitiendo que la tierra respire.

En este sentido, la pieza construida conforma una bisagra, capaz de articular la futura avenida El Tintal con el interior del barrio por medio de una Alameda que remata en un parque que funciona de acceso al colegio. El parque y la alameda, como elementos de paisaje urbano que ofrecerán servi- cios ecosistémicos y un espacio urbanístico de ca- lidad a los habitantes del sector y a los estudiantes.

ARQUITECTURA

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La pieza construida modela el vacío, por medio de tres volúmenes que contienen el preescolar en su cara sur, una barra longitudinal al oriente donde se ubican los servicios comunales del colegio con las aulas y un tercer volumen en el costado norte que contiene dos canchas deportivas y que, a la vez, funcionan de auditorio y aula múltiple. Esta disposición de los volúmenes libera la mayor cantidad de suelo posible y conforma un patio central que se convierte en una pieza de paisaje entendida como un gran jardín pedagógico.

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LUGARES DE ENCUENTRO

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La arquitectura del Colegio Villas del Progreso con- forma un paisaje en sí mismo, que se desenvuelve alrededor del jardín central en primer piso y que sube a los pisos superiores, por medio de estrate- gias basadas en la riqueza de los lugares de en- cuentro, donde las interacciones sociales son más fuertes y estimulantes. En este sentido el colegio es pensado desde las circulaciones y las áreas de ex- tensión de las aulas, permitiendo interacciones de todo tipo donde la presencia de la naturaleza y el paisaje es el eje transversal. La tipología propuesta, de forma escalonada, permite que las zonas de ex- pansión de las aulas tengan condiciones lumínicas y térmicas ideales en un clima frio y lluvioso como el bogotano trayendo el paisaje exterior al interior permitiendo el contacto de los estudiantes y los profesores con el paisaje circundante.

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BORDES PERMEABLES

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Al disponer las zonas de extensión y las circulacio- nes hacia los exteriores, los bordes del edificio son permeables para que exista una relación directa con el exterior. Esta sensación de transparencia en el edificio permite el ingreso del paisaje y una correcta iluminación y confort térmico al interior de las aulas.